Los Pumas se llevaron por delante a los Wallabies con una goledada histórica: 48 a 17

Del principio hasta el final, el seleccionado nacional tuvo todo lo que tiene que tener un gran equipo.

Deportes14/08/2022
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Una actuación histórica y perfecta coronaron los Pumas en San Juan. Un aluvión de rugby que se llevó por delante a los Wallabies estableciendo una diferencia nunca antes registrada ante esta potencia: 48-17.

Siete tries; cuatro en el primer tiempo y tres en el segundo. No hubo un punto flojo en los 80 minutos. En una tarde calurosa, soleada y soñada en el Bicentenario se dio en la última pelota con el try del recién ingresado Tomás Albornoz, la última de las joyas que llega desde la cantera y que apunta a dar una variante más al puesto de apertura.

Transcurrían los 27 minutos del segundo tiempo, los Pumas defendían sin sobresaltos el 29-10 parcial. Entonces, Juan Cruz Mallía contraatacó desde su propio ingoal. Amagó, hizo pasar de largo a uno y cuando iba por la pelota, lo tumbaron. Penal y al line. Desde la mitad de cancha se armó un maul furioso que llevó el juego hasta las 10 yardas.

Los Pumas le estaban contestando a los Wallabies con la mismo arma que ellos sufrieron el sábado anterior en Mendoza. La pelota fue de un lado al otro, en un instante apareció Pablo Matera como una tromba y casi termina debajo de los palos. Pero lo detuvieron y la acción siguió. Fases y fases, destrezas, hasta que otro juvenil tucumano, Thomas Gallo, se metió de cabeza al try.

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Los Pumas tenían hambre. Se los veía. Concentrados, dándose ánimos, metidos en lo que tenían que hacer. Faltaban esos dos, tres minutos finales impresionantes. Emiliano Boffelli hizo el try que se le había escapado al final del primer tiempo. Y de salida, Tomás Cubelli rompió ya con la bocina del final, y desde atrás apareció como una flecha Albornoz. Abrazos y abrazos, festejos, arengas y la euforia que bajó de las más de las 23 mil personas que prácticamente colmaron el Bicentenario.

Esta actuación fue de película desde que empezó el partido. El primer tiempo arrancó con un try de Juan Imhoff al minuto y terminó con una pelota robada por Matías Alemanno en un line tirado por los australianos en las 10 yardas. Esos 40 minutos tuvieron el sello goleador rosarino de Duendes: 16 de los 26 tantos fueron anotados por jugadores nacidos en Las Delicias. Al try de Imhoff se le agregó otro de Jerónimo De la Fuente, más tres conversiones de Emiliano Boffelli. La cosecha pudo ser mayor si a este último no se lo hubiera escapado dentro del ingoal un try seguro.

Salvo 10 minutos cuando el marcador ya estaba 14-0 y los Wallabies se fueron encima con acciones de varias fases que incluyeron un try de James Slipper –line rápido con Valetini penetrando el eje profundo- y un penal Ò'Connor que dejó el marcador 14-10, todo fue de los argentinos. Hubo una acción determinante a los 18 minutos: en ese mini-aluvión australiano, O’Connor llegó al ingoal. Significaba que los Pumas iban a quedar abajo en el marcador. Pero el try fue anulado por una limpieza peligrosa en un ruck. Ahí se volvieron a conectar los Pumas.

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Hubo scrum seguro, buena obtención en el line, limpieza rápida en los rucks y vértigo en cada ataque. Kremer, Lavanini, Alemanno y Matera desplegaron una tarea de destrucción fabulosa. Fueron para adelante tirando para atrás a los australianos y desde ahí, Bertranou volvió a estar lúcido y veloz en la conducción.

Esos primeros 40 minutos, que tuvieron además del de Imhoff los tries de De la Fuente (se lesionó en esa jugada), Gallo y González, el equipo dio señales que esta vez no se le iba a escapar la victoria.

Y así fue. Australia intentó en los primeros 15 minutos del segundo tiempo descontar pero siempre encontró una defensa bien armada y segura. Un penal de Boffelli estiró la ventaja y después llegó ese minuto 27 que remató la faena. Todo el equipo jugó en gran nivel. Fueron altísimas las actuaciones de Matera, Lavanini, Mallía, Kremer, Gallo, Carreras, Moroni e Imhoff. Este último lució como en sus mejores tiempos. Apareció por todos lados. Fue incontenible. Otra vez demostró su categoría de crack internacional.

Tres victorias y dos derrotas hasta ahora en el ciclo Cheika. Esta era muy necesaria no sólo por cómo se escapó la victoria en Mendoza sino porque ahora habrá que viajar a Nueva Zelanda y los All Blacks ayer reaparecieron ganándole a los Springboks en otro partidazo. En el balance de los 80 minutos, los Pumas fueron más que los Wallabies y esa es una muestra de que el equipo está creciendo.

Esta tarde en San Juan quedará en los libros. Fuente: La Nación

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