Crimen en la peluquería: la cajera le consultó porqué se rapó la cabeza y el asesino le dijo, "porque voy a matar a alguien"

A pesar de que se realizaron allanamientos aún no se pudo encontrar a Abel Guzmán, quien huyó con el arma con al que asesinó a su compañero, Gabriel Medina.

Policiales 22/03/2024
ABEL
Abel Guzmán, el día que asesinó a su compañero, se rapó la cabeza

El día del crimen de Gabriel Medina, el colorista asesinado de un balazo en la cabeza en una peluquería de Recoleta, su compañero Abel Guzmán pasó por el supermercado de la cuadra, como lo hacía habitualmente, y le hizo un comentario muy extraño a la cajera. 

El miércoles, quien por la noche dispararía contra su compañero, compró una gaseosa, al llegar a la caja la empleada le preguntó las razones de su nuevo corte de pelo (se había rapado la cabeza ese mismo día) y él respondió: “Porque voy a matar a alguien”.

Claro que la chica no le dio importancia. “Pensé que lo decía en chiste. ¿Quién podría pensar que lo decía en serio?”, dijo la cajera a los medios. 

La víctima también estuvo en local una horas antes del crimen para comprar unas cervezas para compartir con sus compañeros al cierre de la peluquería. La cajera dijo que estaba bien y fue amable como siempre.

Nadie podía imaginarse lo que pasaría unas horas después. Cuando ya habían cerrado la peluquería y mientras tomaban algo, Guzmán sacó un arma y mató a Medina. Todo quedó registrado en la cámara de seguridad.  Desde entonces está prófugo.

Guzmán tenía su clientela, pero era percibido como un solitario y retraído. La víctima se caracterizaba por ser muy sociable. Los colegas observaban una tensión creciente entre él y Medina, alimentada por problemas de ego y disputas sobre la clientela. Pero nadie pensó que la violencia podía escalar al homicidio. 

“Era medio raro. No te ibas a imaginar que podía matar a los compañeros, pero sí noté que era muy observador de todo lo que pasaba en el local. A veces se tildaba mirando las situaciones que pasaban a su alrededor”, dijo una clienta a la prensa. 

Cristian Benítez, el abogado del dueño de la peluquería Verdini de Recoleta, manifestó que no hubo “inconvenientes, peleas ni discusiones” que anticiparan el crimen. 

“Habían terminado el día de trabajo y eran las únicas cinco personas que estaban. Se juntaron para distenderse y después cerrar el local”, relató el letrado.

A pesar de que se realizaron allanamientos aún no se pudo encontrar a Guzmán, quien huyó con el arma homicida.

Crónica

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