Al veto a la mejora a los jubilados, Milei sumaría otro contra los docentes universitarios

Javier Milei intenta disciplinar a su tropa y al PRO y, sobre todo, exponerse a otra decisión antipática, esta vez contra los docentes.

Nacionales08/09/2024
MILEI
Javier Milei, presidente

Javier Milei, defendió sus nueve meses de gestión ante Cristina Kirchner. Dijo que “no cayó tanto la actividad y eso es doloroso” para la oposición. La batalla comenzó, además, en la antesala de una semana clave para sostener el veto a la mejora de las jubilaciones y evitar el segundo contra el financiamiento universitario.  

Cristina aguardó un escenario desafiante para el gobierno para publicar el documento titulado “Es la economía bimonetaria, estúpido”. No optó por escribirlo cuando el dólar “blue” rozó los $1.500 en julio y subía la presión interna y externa por una devaluación de la moneda nacional, ni cuando Milei debió transparentar que había cepo cambiario para rato.

Si bien es un “cuadro de situación” sobre el rumbo económico y una autocrítica al gobierno del que fue parte como vicepresidenta, plantó el debate luego que Milei quedara expuesto a una medida concreta contra el bolsillo y vetara por completo la ley que mejora las jubilaciones. Y de que se viera obligado a negociar con el expresidente, Mauricio Macri, para sostener ese decreto en el Congreso y de que asimilara las recientes derrotas parlamentarias como un jaque a su gestión por parte del líder del PRO.

Cerca de Milei no ocultan que, según su análisis, Macri, hizo una demostración de fuerza y casi una declaración de guerra cuando las bancas que le responden facilitaron esos reveses para el oficialismo tanto como evidenciaron que si quisiera, su principal aliado podría aportar a los dos tercios de los presentes que son necesarios para el juicio político.

Mientras eso flotaba en el aire y con algunas voces del peronismo sumadas al hipotético escenario, en tanto lucubraba el documento de ocho páginas publicado este viernes, Cristina mandó al “psiquiatra” a esos compañeros y dejó trascender que las bancas que le responden no empujarían jamás el “impeachment”.

A salvo de ese abismo, el Presidente igualmente afrontó la pérdida de control de la Comisión de Inteligencia, la ya mencionada sanción de la fórmula de movilidad y –el que más molestó- el rechazo del DNU de los fondos por $100 mil millones de la SIDE en Diputados.

Todo en un marco de descontrol de la tropa propia que lo llevó a entrar en un rol que detesta: el de ordenar la rosca política. Imparte desde entonces toda la disciplina posible para apagar el ruido interno por las visitas a los genocidas, por las declaraciones mediáticas de algún senador contra su mesa chica, por los cruentos intercambios en las redes sociales de sus legisladoras y por las tensiones con la vicepresidenta, Victoria Villarruel que avanza con su agenda propia.

En Casa Rosada hablan de “látigo” para los que no estén a la altura de las circunstancias. Sin embargo, separan el circo de lo que hacen a la hora de votar en los recintos.

Es que todo ese estruendo en La Libertad Avanza derivó en expulsiones y habría más si fuera por el deseo del Presidente y su mesa chica pero, a la luz de lo que viene, entienden que no están para seguir tachando nombres, no importa cuan impresentables los consideren y admitan que su incorporación a la boleta respondió más a cubrir los huecos en 2023 que a su capacidad.

En el entorno de Milei aseguran que eso se corregirá en las legislativas 2025 para las que buscan cuadros técnicos. Por lo pronto, las energías están puestas en lograr acuerdos que les permita sostener el primer veto del Poder Ejecutivo y evitar el segundo, prometido para la ley de financiamiento universitario que se discutirá el jueves próximo en el Senado y tiene como antecedente la primera movilización masiva en su contra en la ciudad de Buenos Aires.

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