Argentina goleó 3 a 0 a Honduras: con Messi, la fiesta está asegurada

Doblete de Leo. Debutaron Almada, Pérez y Enzo Fernández.

Deportes 24/09/2022
Jp-zBu8SK_1256x620__1

La selección llegó a 34 partidos sin derrotas y venció 3-0 a Honduras en Miami, a menos de dos meses del Mundial

¿De qué nos vamos a acordar dentro de un par de días, si de repente el Argentina-Honduras nos vuelve a la memoria?

¿De la marca personal de un tal Castellanos a Messi, que lo persiguió hasta el baño en suite de la habitación del hotel pero no pudo evitar los dos pases decisivos en el 1-0 y 2-0?

 
¿De que Lautaro tuvo una clara y volvió a demostrar por qué es el 9 de la Selección Argentina? ¿De que el arquero Luis López le tiró una finta muy arriesgada al Toro?


¿Del invicto de 34 partidos de Lionel Scaloni?


¿O de los dos goles de Leo, el primero de penal a zona inatajable y el segundo, un globo aerostático de fútbol después de una genialidad táctica del debutante Enzo Fernández?

De todo eso, posiblemente. Pero quizás lo que también nos persiga en la mente sea el “volveremos otra vez” que tronó en el Hard Rock Stadium y en ese lugar detrás de la consciencia en el que se transita el sentimiento. Porque es lo que genera esta Selección: empatía en Buenos Aires y en Qatar, donde volaron las entradas, o en Miami, como anoche.

PDVD5FGA3VEFBAF7VHQ2D6XMGU

Ante un rival de segundo orden que en el primer tiempo pegó más de lo que jugó y que en el segundo desapareció. Y el fenómeno se repetirá también en Nueva York, ante Jamaica, dentro de algunos días.

Todo por él. Lionel Andrés. Al que le ponen marca personal y las burla con una genialidad, inventándose un pasillo para desorientar a su sticker humano y lanzar dos key passes, de esos que los estadígrafos anotan porque generan jugadas manifiestas de gol.

HF3OZTFFINC4XKLSYOEY6II6K4

La primera, para habilitar a Papu Gómez en la génesis del 1-0 en un movimiento made in Di María, aunque por la izquierda. La segunda, hallando a Lo Celso por idéntica banda, luego derribado por Santos en un penal que el MVP transformó en 2-0.

Y la tercera, para el tercero: ya de 9, justificando el costo en dólares del ticket, de los nachos y el hot-dog con una definición de vaselina más digna de un potrero de Rosario que de un estadio coqueto y moderno de los Estados Unidos... Eso es Messi.

Y por ese Messi, por el que sonríe en cada partido de la Selección, el que se queda a ser fotografiado por los chicos, por los hondureños y hasta por los alcanzapelotas estadounidenses, quizás un 3-0 ante Honduras haya tenido algún pico de rating compitiéndole a los cantantes de tevé.

BGGG2G5UVBCZHKPFVKW2RGDGHQ

El capitán ya no es más el del Barcelona, ni el del PSG: es el de Argentina. Y mejor aún: el de Rosario. El nene contento que disfruta con la pelota. El que sonrió con la Copa América y que festejó la Finalíssima.

El que lideró a una camada que no pudo ganar lo que mereció y que ahora encabeza una nueva generación que cosechó en poco tiempo lo necesario como para despojar a Leo de una exitista mochila que nunca debió cargar. Para ilusionarnos. Para que nos quedemos un viernes haciendo la previa, enchufados como si se tratara de un simulacro de la primera fase de Qatar.

Para que ya estemos pensando en la pizza con fainá del martes a la noche para acompañar el último amistoso oficial previo al Mundial, ante Jamaica.

Porque juega la Selección. Nuestra Selección.

Fuente: Olé

Te puede interesar
Lo más visto